sábado, 3 de septiembre de 2016

PARA SER UNA ENFERMERA DEBEMOS DE TENER EN CUENTA :

EMPATIA Y VOCACIÓN EN ENFERMERÍA 
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“Los enfermeros alientan, cuidan y protegen; son personas con preparación para atender a los enfermos, los lesionados y los ancianos.” (Nursing in Today’s WorldChallenges, Issues, and Trends [La enfermería en el mundo actual. Retos, problemas y tendencias].)
AUNQUE el altruismo es una cualidad esencial en esta profesión, para ser competente en ella hace falta algo más. Se necesita mucha preparación y una amplia experiencia. Es imprescindible haber realizado entre uno y cuatro años o más de estudios y prácticas. Ahora bien, ¿qué cualidades se deben poseer? A continuación publicamos lo que respondieron algunas personas con experiencia en este campo cuando ¡Despertad! las entrevistó.
“El médico cura, pero la enfermera cuida del paciente. Esto implica, con frecuencia, fortalecerlo tanto en sentido emocional como físico cuando, por ejemplo, se le comunica que padece una enfermedad crónica o que está a punto de morir. Tienes que ser una madre para el enfermo.”—Carmen Gilmartín, de España.
“El enfermero ha de ser capaz de sentir el dolor y la angustia del paciente, y desear ayudarlo. Se requiere bondad y mucha paciencia. Siempre debes estar dispuesto a aprender más de enfermería y medicina.”—Tadashi Hatano, de Japón.
“De un tiempo a esta parte, las enfermeras necesitan cada vez más conocimiento profesional. De ahí que el deseo de estudiar y la capacidad de entender lo que se estudia sean imprescindibles. Además, las enfermeras han de tomar decisiones rápidas y actuar sin demora cuando la situación lo exige.”—Keiko Kawane, de Japón.
“Las enfermeras tenemos que ser afectuosas. Hemos de ser tolerantes y mostrar empatía.”—Araceli García Padilla, de México.
“Debemos ser cuidadosos, observadores y sumamente profesionales. Si uno no es abnegado —si el enfermero o la enfermera es un tanto egoísta o toma a mal los consejos de sus superiores—, no será útil ni para los pacientes ni para sus compañeros.”—Rosângela Santos, de Brasil.
“Hay varias cualidades indispensables: flexibilidad, tolerancia y paciencia. También hayque ser de mente abierta y saber llevarse bien con los compañeros y la jerarquía médica. Para no quedarte desfasado, es importante asimilar con rapidez las nuevas técnicas.”—Marc Koehler, de Francia.
“Hace falta amor por la gente y un deseo sincero de ayudar a los demás. Has de ser capaz de afrontar el estrés, pues en el mundo de la enfermería, es o todo o nada. Hay que ser adaptable para efectuar el mismo trabajo cuando en ocasiones se cuenta con menos compañeros, pero sin sacrificar la calidad.”—Claudia Rijker-Baker, de los Países Bajos.
El personal de enfermería en su labor de cuidadores
La obra Nursing in Today’s World señala que “la enfermería se ocupa de atender a la persona en diversas situaciones relativas a su salud. De modo que vinculamos la medicina con la curación del paciente, y la enfermería con los cuidados que recibe”.
Dada su función de cuidadores, es obvio que estos profesionales deben interesarse por los pacientes. Hace algún tiempo se planteó la siguiente pregunta a 1.200 enfermeras diplomadas: “¿Qué considera usted más importante en su labor de enfermera?”. El 98% respondió que lo principal era dispensar cuidados de calidad.
A veces, las enfermeras subestiman lo valiosas que son para los pacientes. Carmen Gilmartín, enfermera con doce años de experiencia a la que citamos anteriormente, contó a ¡Despertad!: “En cierta ocasión le dije a una amiga que me sentía muy limitada cuando cuidaba a pacientes graves. Me veía como si solo fuera una ‘tirita’ [curita], pero ella me respondió: ‘¡Bendita “tirita”, pues cuando uno está mal, es lo que más necesita: una enfermera compasiva!’”.
Está de más decir que prestar todos esos cuidados puede crear una gran tensión al profesional que trabaja diez horas diarias o más. ¿Qué impulsó a estos abnegados cuidadores a dedicarse a la enfermería?Resultado de imagen para empatia en enfermeria

¿Por qué quieren ejercer esta profesión?
¡Despertad! entrevistó a diversos enfermeros y enfermeras de todo el mundo y les preguntó: “¿Qué le impulsó a dedicarse a la enfermería?”. A continuación reproducimos algunas de sus respuestas.
Terry Weatherson tiene cuarenta y siete años de experiencia en la profesión. En la actualidad es enfermera clínica especializada en el Departamento de Urología de un hospital de Manchester (Inglaterra). “Me criaron como católica y estudié en un internado católico —explica—. De niña decía que quería ser o monja o enfermera. Deseaba servir al prójimo. Podríamos llamarlo vocación. Y como ven, opté por ser enfermera.”
Chiwa Matsunaga, de Saitama (Japón), que lleva ocho años al frente de su propia clínica, dice: “Seguí el criterio de mi padre de que ‘lo mejor es aprender algo en lo que puedas trabajar toda tu vida’. De modo que escogí la carrera de enfermería”.
Etsuko Kotani, de Tokio (Japón), enfermera jefe con treinta y ocho años de experiencia en la profesión, indica: “Estando yo todavía en edad escolar, papá sufrió un colapso y perdió mucha sangre. Mientras cuidaba a mi padre en el hospital, me propuse ser enfermera para ayudar a los enfermos”.
En otros casos, lo que les impulsó fue su propia experiencia como pacientes. Eneida Vieyra, una enfermera de México, comenta: “Cuando tenía seis años, estuve dos semanas hospitalizada a causa de una bronquitis, y desde entonces quise ser enfermera”.
Evidentemente, la enfermería exige un gran espíritu de sacrificio. Examinemos un poco más a fondo los retos y las compensaciones de esta noble profesión.
Las satisfacciones de la enfermería
¿Qué satisfacciones proporciona la enfermería? La respuesta a esa pregunta depende de la rama en la que uno trabaje. Las parteras, por ejemplo, se sienten recompensadas con cada alumbramiento que llega a feliz término. Una comadrona de los Países Bajos dice: “Es maravilloso ayudar a nacer a un niño sano cuyo desarrollo has supervisado”. Jolanda Gielen-Van Hooft, también de los Países Bajos, afirma: “El parto es una de las experiencias más hermosas que pueden vivirse, no solo para la pareja, sino también para nosotros, los profesionales de la salud. Es un verdadero milagro”.
Rachid Assam, de Dreux (Francia), tiene poco más de 40 años y es enfermero anestesista titulado. ¿Por qué le gusta la enfermería? Por “la satisfacción de haber contribuido al éxito de una operación y de ser parte de una fascinante profesión que adelanta sin cesar”, explica. Isaac Bangili, también de Francia, dijo: “Me conmueven las expresiones de gratitud que recibimos de los pacientes y sus familiares, particularmente cuando, en situaciones de emergencia, pensamos que no hay esperanzas de que una persona sobreviva, y aun así logramos que se recupere”.
Terry Weatherson, mencionada antes, recibió una carta de agradecimiento de una viuda, en la que le decía: “No puedo dejar de mencionar una vez más el consuelo que nos aportó su calmada y serena presencia durante toda la enfermedad de Charles. Su afectuoso trato fue como una luz que disipaba nuestra tristeza, como una roca que nos sustentaba”.
Los retos que hay que afrontar!!!
Además de proporcionar satisfacciones, la enfermería presenta muchos retos. No hay lugar para los errores. Sea que se administre una medicación, se extraiga sangre, se inserte una cánula intravenosa o simplemente se mueva al enfermo, ha de tenerse mucho cuidado. No se puede cometer un descuido, especialmente en países en los que se recurre enseguida a los tribunales. Aun así, el personal de enfermería se encuentra a veces ante situaciones difíciles. Por ejemplo, supongamos que una enfermera piensa que el médico ha recetado al paciente una medicación equivocada o que le ha mandado algo que no es lo más conveniente para este. ¿Qué puede hacer ella? ¿Cuestionar la decisión del médico? Hacerlo requiere valor y diplomacia, y encierra cierto riesgo. Lamentablemente, algunos facultativos no aceptan de buena gana las sugerencias de aquellos a quienes consideran subordinados.
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PASIÓN POR ENFERMERÍA

``PASIÓN POR LO QUE HACEMOS EN ENFERMERIA ``

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"CUIDAR"

¿Qué hay detrás de esta simple palabra?

Cuidar significa muchísimas cosas y es necesario verlo no solamente como la aplicación de una serie de técnicas, tratamientos y procedimientos clínicos para restaurar o mantener la salud.

Cuidar es ayudar a otro ser humano a hacer lo que no puede hacer por sí mismo.

Cuidar es acompañar a un ser humano desde su primer segundo de vida y recibirlo en éste nuevo mundo ayudándole a adaptarse a él.

Cuidar es apoyar a aquella gran mujer valiente en el momento más importante de su vida: al traer al mundo una nueva vida.

Cuidar es educar y enseñar a los seres humanos a tener una buena salud física, mental y espiritual. Enseñar a evitar enfermedades y a buscar una calidad de vida que se puede traducir en el propósito de toda persona... la felicidad! Cuidar entonces es dar felicidad.

Cuidar es enseñar a las personas que la salud es un valor esencial para poder disfrutar de todas las demás bendiciones de la vida.

Cuidar es sentir empatía con las personas enfermas y con su dolor. Y hacer todo lo que esté a nuestro alcance para aliviarlo y recuperar su bienestar tan pronto como sea posible.

Pero cuidar no siempre es curar aunque la curación también es uno de los principales propósitos de cuidar.

Cuidar también es acompañar a la persona que pasa por un problema físico que no va a desaparecer, ayudarle a satisfacer sus necesidades humanas con calidez, cariño, amor y respeto y en la transición final estar presentes.

Cuidar es alimentar el cuerpo... y también el alma.

Cuidar es limpiar el cuerpo... y por qué no también la mente y el alma.

Cuidar es mover a una persona en todo sentido... mover su cuerpo y su espíritu.

Cuidar es proteger a nuestros pacientes de todo daño posible.

Cuidar es valorar, diagnosticar, planear, ejecutar y evaluar. Con bases científicas y grandes conocimientos y experiencia que vamos adquiriendo día a día.

Cuidar es reconocer que todos los días podemos recibir de nuestros pacientes y compañeros grandes enseñanzas.

Cuidar es ser humildes y reconocer nuestras capacidades así como nuestras limitaciones poniendo como prioridad la seguridad de los pacientes.

Cuidar es identificar correctamente a nuestros pacientes, comunicarnos de forma efectiva, administrar medicamentos de forma segura, garantizarles procedimientos correctos, realizar nuestra higiene de manos en todo momento, y protegerles de cualquier lesión o amenaza posible.

Cuidar también es brindar un trato digno en todos los sentidos.

Cuidar es ser un ejemplo para pacientes, familias y comunidades, siendo congruentes con principios éticos. Cuidando también de nosotros mismos y de nuestra propia familia.

Por todo eso somos enfermeros y enfermeras... porque cuidamos y lo hacemos profesionalmente.
Pero no puede ser que el peor enemigo de una enfermera sea otra enfermera.
Cuidar también es trabajar en equipo y en armonía con colegas, médicos y otros profesionales para mejorar la vida de las personas.

Cuidar es buscar en cada problema una solución constructiva y una enseñanza.

Cuidar es sembrar y cosechar la inteligencia emocional en cada interacción.

Cuidar es saber que solos no podemos hacerlo todo... que vivimos en una sociedad que nos necesita y a la cual necesitamos. Una sociedad que se muestra muy enferma y que entonces debemos ser parte de la solución y no del problema.

Porque como gremio debemos unir esfuerzos para crecer.

Cuidar es reconocer que somos humanos y debemos buscar el máximo equilibrio en nuestro trabajo, responsabilidades y vida misma, respetándonos mutuamente.

Cuidar es reconocer que muchas veces no descansamos o comemos para que otro ser humano a cargo de nosotros lo pueda hacer.

Cuidar es poner nuestro corazón y propia alma en cada cuidado que damos.
Porque cuidamos a nuestra propia profesión luchando por que se consolide más como Ciencia y Arte y crezca mucho más con la educación y los valores como pilares.

Cuidar es reconocer que tenemos grandes maestras y maestros que en el pasado han forjado ésta maravillosa carrera profesional.

Porque debemos reconocer que ante un mundo tan difícil, podemos y debemos ser luz en la oscuridad.

Porque tenemos colegas que brillan e iluminan cada rincón donde se encuentren y podemos aprender mucho de ellos.

Cuidar es reconocer que el futuro de la enfermería y de nuestros pacientes depende de nosotros y lo que hagamos hoy, y no queremos quedarnos sentados a esperar que alguien más lo haga. Somos la parte más importante de la historia de la Enfermería. 

AQUÍ Y AHORA…
Cuidar es ser parte de ese impulso que muchas enfermeras y enfermeros necesitan para también demostrar su pasión por ésta ciencia del cuidado.

¡Cuidar es reconocer que ser Enfermeras o Enfermeros es por sí mismo un sueño hecho realidad!
Porque el mejor reconocimiento es la sonrisa de un paciente, un gracias o ver su salud y su vida recuperados, o aunque su vida haya terminado,  tener la satisfacción de haberle cuidado bien durante su transición.

Porque desde que decidimos ser enfermeras o enfermeros sabemos que jamás dejaremos de aprender ni de estudiar.

Porque cuidar también es salir adelante en nuestros estudios. Sobre todo ver el resultado de nuestro aprendizaje en nuestro trabajo diario.
Y  para lograrlo hay que hacer muchos sacrificios. Y vale la pena. El esfuerzo por sí solo es un gran milagro porque nos enseña a valorar nuestro trabajo.

Porque en la vida todo lo que das de corazón regresa y multiplicado... porque al cuidar, nuestro trabajo rinde frutos. Todo lo que hoy somos y tenemos en el sentido material, personal y espiritual es gracias a nuestra profesión y lo podemos compartir con nuestros seres queridos que son nuestro motor. Y si trabajamos con amor podremos recibir más.

Y porque cuidar es reconocer que aún quedan muchos sueños por cumplir... Y lo vamos a hacer.
Porque somos lo que hacemos… Cuidar, es el verbo que nos define.

Cuidar... es la esencia de la enfermería.

Porque cuidar es la misión que tenemos encomendada en esta vida y Cuidar es trascender.
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LA ENFERMERÍA Y SU ÉTICA

ÉTICA Y ENFERMERÍA 
Definir la Enfermería como ciencia y arte, arrastra consigo una tradición que se remonta al origen mismo de los pueblos, de la sociedad.
Porque la Enfermería es mucho más que un oficio, es una ciencia en la que se conjugan el conocimiento, el corazón, la fortaleza y el humanitarismo. Como dice M. Patricia Donahue en su maravilloso libro La historia de la enfermería, su verdadera esencia reside en la imaginación creativa, el espíritu sensible y la comprensión inteligente que constituyen el fundamento real de los cuidados de enfermería.
Establecer una clara distinción entre la medicina, entendida como el arte de curar, y la enfermería, entendida como el arte de cuidar, en su proceso evolutivo, es difícil puesto que desde sus inicios han estado estrechamente entrelazadas y han caminado en paralelo (Figura 1). Sin embargo, resulta casi imposible definir fronteras entre la evolución de la enfermera y la evolución de la mujer. Por que el cuidado es innato en la mujer, en la madre que amorosamente vela el sueño de su hijo y apacigua su dolor; en la hija que cuida a sus padres y hermanos; en la mujer que consuela y abnegadamente cuida a su hombre… pero cuándo esta mujer-cuidadora incorporó el conocimiento a ese cuidado desinteresado? ¿cuándo se volvió enfermera?
La posición que ha ocupado la mujer en la sociedad a través de los tiempos es la que ha marcado el paso del reconocimiento de la enfermera en esa sociedad. Es el conocimiento el que ha hecho visible la Enfermería.
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 Los cuidados de enfermería, por lo tanto, abarcan diversas atenciones que un enfermero debe dedicar a su paciente. Sus características dependerán del estado y la gravedad del sujeto, aunque a nivel general puede decirse que se orientan a monitorear la salud y a asistir sanitariamente al paciente.

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EL ARTE DE CUIDAR EN ENFERMERÍA

EL ARTE DE CUIDAR 
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Definir la Enfermería como ciencia y arte, arrastra consigo una tradición que se remonta al origen mismo de los pueblos, de la sociedad.
Porque la Enfermería es mucho más que un oficio, es una ciencia en la que se conjugan el conocimiento, el corazón, la fortaleza y el humanitarismo. Como dice M. Patricia Donahue en su maravilloso libro La historia de la enfermería, su verdadera esencia reside en la imaginación creativa, el espíritu sensible y la comprensión inteligente que constituyen el fundamento real de los cuidados de enfermería.
Establecer una clara distinción entre la medicina, entendida como el arte de curar, y la enfermería, entendida como el arte de cuidar, en su proceso evolutivo, es difícil puesto que desde sus inicios han estado estrechamente entrelazadas y han caminado en paralelo (Figura 1). Sin embargo, resulta casi imposible definir fronteras entre la evolución de la enfermera y la evolución de la mujer. Por que el cuidado es innato en la mujer, en la madre que amorosamente vela el sueño de su hijo y apacigua su dolor; en la hija que cuida a sus padres y hermanos; en la mujer que consuela y abnegadamente cuida a su hombre… pero cuándo esta mujer-cuidadora incorporó el conocimiento a ese cuidado desinteresado? ¿cuándo se volvió enfermera?
La posición que ha ocupado la mujer en la sociedad a través de los tiempos es la que ha marcado el paso del reconocimiento de la enfermera en esa sociedad. Es el conocimiento el que ha hecho visible la Enfermería.

el cuidado de un enfermero




EL CUIDADO DE ENFERMERÍA 






El concepto que nos ocupará a continuación está estrechamente vinculado con el área de la salud y especialmente con una actividad profesional inherente y muy necesaria en ésta como es la de la enfermería.

La enfermería implica todos aquellos cuidados que un enfermero, tal como se denomina al profesional que desempeña la actividad, le brinda a un paciente, ya sea para tratar o prevenir alguna enfermedad que esté padeciendo o bien la asistencia que le proporciona al mismo luego que éste haya sido sometido a una práctica quirúrgica, por ejemplo.

Por caso, el cuidado de enfermería supone todas aquellas acciones y tareas que un enfermero despliega en orden a atender satisfactoriamente a un paciente que demandan de su intervención.

Específicamente, el enfermero, se encarga de seguir paso a paso y de cerca la salud de un enfermo internado en un centro de salud tras haber sido sometido a una operación. En este específico caso, el cuidado requerirá que el enfermero le tome la presión arterial, siga de cerca la información que le transmiten los aparatos a los cuales está conectado el paciente, si es el caso, lo ayude a realizar sus necesidades fisiológicas, lo bañe, controle el suero, le administre la medicación que el médico a cargo haya dejado indicado, entre otras tareas.

Por otra parte, el cuidado de enfermería puede trascender los límites de un centro de salud y es también habitual que el enfermero se traslade para brindarle atención a un paciente en su domicilio. Por ejemplo, una las cuestiones más habituales en este caso es cuando el paciente necesita recibir una inyección todos los días a una hora señalada y entonces, el enfermero, se traslada para hacerlo. También, el paciente puede requerir por parte del enfermero que trate y cure alguna herida.
te a desempeñarse en la especialidad. La carrera de enfermería no es igual en todas partes y además no implica
Vale destacarse que el profesional enfermero debe cursar estudios específicos para desempeñarse como tal y por supuesto obtener el título que lo habili en todos lados los mismos tiempos de estudio. En algunos lugares se realiza en institutos terciarios y en otros se la cursa en la univers
idad.
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